Cookies caseras.

En esta ocasión os propongo una de esas recetas que si te descuidas, no llega a la mesa. Como consejos os diré, que para porcionar y dar forma a las galletas os mojéis las manos con aceite para que no se pegue la masa. Al colocarlas en la bandeja de horno, dejar separación entre ellas porque crecen bastante. Con la cantidad de ingredientes que he utilizado me han salido 20 galletas, pero se pueden hacer mas pequeñas y que salgan más. Para que os hagáis una idea, yo he hecho bolas del tamaño de una nuez. Si las hacéis del tamaño de un huevo de codorniz os saldrán alrededor de 30 galletas. He utilizado la mitad de pepitas de chocolate negro y la mitad de pepitas de chocolate blanco, pero podéis utilizar el que más os guste. Se pueden reservar algunas pepitas de chocolate negro y colocarlas encima de las galletas antes de hornearlas (yo no lo he hecho). Para aromatizar podéis utilizar ralladura de naranja o de limón en vez de vainilla. 

Dificultad: Normal. Nivel de suciedad: Cuatro cacharros.
Coste: Barato. Tipo receta: Postre.
Grupo alimenticio: Harinas y huevos. Tipo cocina: Horno.
Temporada: Todo el año.

Ingredientes

250 gr. harina.
50 gr. azúcar. 

2 huevos L.
85 gr. mantequilla.
1 sobre de levadura química.
150 gr. pepitas de chocolate.
1 cucharadita de esencia de vainilla.

Una pizca de sal.

Elaboración

Echar la harina, el azúcar, los huevos, la levadura, la mantequilla derretida y la esencia de vainilla en un bol.

Mezclar todo un poco y añadir la sal.

Amasar a mano o con la amasadora hasta que quede una masa homogénea. 

Filmar y dejar reposar en la nevera entre 15 y 30 minutos.

Precalentar el horno a 180ºC, calor arriba y abajo, y ventilador si lo tienes.

Sacar de la nevera y hacer bolas del tamaño que más nos guste.

Poner papel sulfurizado en una bandeja de hornos y colocar la bolas en ella dejando espacio suficiente entre ellas. 

Aplastar un poco las bolas cuidando que queden todas de un grosor parecido.

Introducir la bandeja en la parte media del horno y cocinar 15 minutos. Deben tener ese color dorado y apetitoso que tanto nos gusta.

Dejar enfriar antes de servir.